En el post de hoy quiero plasmar unos pequeños fragmentos de la entrevista que la Revista MIVINO en su último número realiza a Mariano Rodriguez, uno de los mejores sumilleres del mundo. Y dice así:
«Pregunta: En más de una ocasión has declarado que para ti no hay ningún vino malo…
Respuesta: Sin duda. No hay ningún vino malo siempre y cuando no tenga ningún defecto. El vino es un ser vivo, un ser que evoluciona en una barrica, en una botella, en una copa. Por eso pienso que hay que respetar a aquella persona que ha creado ese ser, ese vino. Puede que cuando lo pruebes un vino no te guste, pero eso no significa que no sea bueno, simplemente que no te gusta. Es subjetivo.»
Para un bodeguero cada vino es parte de sí mismo. En cada botella ponemos toda nuestra ilusión y un trabajo de muchos días y muchas horas. Cada vez que alguien cata un vino debe tener muy presente esto, aunque no le guste lo que está tomando, que siempre es muy respetable. Por supuesto, no puedes agradar a todos los paladares, es imposible, pero las críticas y las opiniones siempre son más productivas si son constructivas, que si faltan al respeto por la destrucción de las mismas. Es cierto que estas opiniones se reciben en porcentajes muy pequeños, pero lamentablemente existen, incluso en profesionales del sector. Por eso desde aquí mi enhorabuena al Sr. Rodriguez por sus reflexiones, porque nos dan aliento para seguir, teniendo la seguridad, de que siempre habrá quien entienda el duro trabajo que hay detrás de cada botella.
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