No puede faltar el combinado más básico entre los básicos para refrescar este sofocante calor. El tinto de verano ha acompañado nuestra vida durante los últimos cien años, honrando con su presencia toda mesa que se precie.
Nació en los años 20 en una pequeña Venta cordobesa, La Venta de Vargas. Su dueño para mitigar el calor y los sudores de su clientela mezcló vino de la casa con sifón. La Venta se convirtió en centro de reunión de lo más granado del cante y del baile andaluz, por lo que el combinado pasaría a la posteridad como uno de los grandes inventos culinarios españoles del s.XX.
En los años 60, con el boom del turismo en España, el tinto se convirtió en el referente de la modernidad y la juventud del momento. Mientras el vino con gaseosa era imprescindible en todos los hogares españoles, el tinto de verano se convirtió en el cóctel perfecto del cine y la televisión. En realidad era la misma bebida, pero el tinto de verano tenía otra puesta en escena en cuanto a la cristalería utilizada, rodaja de limón o naranja e incluso un chorrito de vermut.
En la actualidad sigue estando de moda y es que en España no podemos pasar el verano sin nuestro cóctel más tradicional. Si me permites la sugerencia, rechaza esas imitaciones o preparados que nos intentan vender que nada se asemejan con la realidad. Siempre elige una base de vino tinto, es tan sencillo de preparar y tan rico…
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