En los almuerzos y cenas con numerosos invitados es habitual servir la comida en fuentes y no emplatada, salvo que tengamos personal específico para realizar dicha labor.
Si hay personal, ellos mismos serán los encargados de servir siempre por el lado izquierdo cuando se trata de fuentes y por el lado derecho cuando es emplatado. De igual modo lo debe realizar el anfitrión/a si es el encargado del servicio, teniendo en cuenta que debe empezar por el invitado más importante y seguir de una manera secuencial con el resto.
En el caso de no existir ninguna de las opciones anteriores cada invitado se servirá de las fuentes centrales a lo largo de la mesa, pero nunca se utilizarán los cubiertos propios para servir, sino los que acompañan cada fuente. Si te sirves tú mismo debes seguir estas pautas:
– No se puede rebuscar en el contenido de la fuente, sino servir la pieza que te toca.
– No se puede abusar de una ración si quedan más comensales por servir.
– Si hay niños o mayores debe servirlos la persona que tengan a su lado.
– No mover nunca el plato de la mesa.
– Dejar que las señoras se sirvan primero y luego los caballeros.
– El orden de servicio de los platos debe ser de menor a mayor intensidad para conseguir una progresión que no enmascare sabores.
Con todas estas reglas triunfarás. ¡Seguro!
Add Comment