¿Mentirías si te realizan esta pregunta?, según la ciencia sí. Desde hace relativamente poco tiempo los científicos han descubierto que el cerebro que usamos para pensar, calcular o decidir, es el mismo cerebro que usamos para reir, llorar, amar o experimentar placer. Los sentimientos mandan y ayudan al cerebro a ordenar la información a procesar.
La mayor parte de las veces no somos conscientes de la influencia de los sentimientos y tratamos de justificar sin éxito aparente la toma de decisiones tan usuales como elegir una marca de vino u otra. Si nos preguntan por qué hemos elegido una marca en lugar de otra del mismo nivel no sabríamos como explicarlo y mentiríamos, ya que lo que nos ha llevado a tomar esa decisión es el resultado de aplicar nuestras emociones personales del subconsciente a un producto o a una marca.
Gracias al neuromarketing sabemos que las emociones son las que deciden en el proceso de compra de un consumidor. Si te sientes relacionado con un producto, con su historia, o simplemente identificado con sus productores crearás una relación de fidelidad con la marca muy difícil de disolver. Y es que a pesar de la razón, los sentimientos dominan nuestra vida…
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