El vino entra en un proceso de reposado. El bodeguero elige en un primer momento si lo deposita en un depósito de metal o en una barrica, dependiendo del tipo de vino que se pretenda elaborar. Cuando se opta por la barrica, se debe elegir además el tipo de madera (roble americano, francés, o ambos en distintos periodos). En ocasiones la fermentación y el reposado se realizan en la misma barrica para vinos que se conocen como de crianza sobre lías, una técnica que se utiliza sobre todo en los vinos blancos a los que se quiere dar un ligero toque de madera.
Lo habitual es someter al envejecimiento en barrica a los vinos tintos, ya que la acumulación de antocianos rojos o materia colorante aumenta con el tiempo. Sin embargo no todos los vinos tintos sirven para envejecer bien en barrica, ni posteriormente en botella, y muchos de ellos se deben destinar para su consumo como vinos jóvenes en el año.
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