Parece fuera de toda duda que el corcho es un producto que, al menos, en su gama más alta estará siempre presente en los grandes vinos del mundo. Nadie se puede imaginar un gran vino con otro cierre que no sea el corcho natural y de la mayor calidad.
El corcho es ligero, elástico, con gran capacidad de recuperación, adherente, impermeable a líquidos y gases y con un reducidísimo aporte de oxígeno, además de inerte a nivel químico. Desde el punto de vista estético ha conseguido ser el rey de reyes porque todos los grandes vinos de guarda del mundo lo utilizan como icono del buen hacer y de la buena terminación.
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