La leyenda de esta variedad tinta sitúa su origen en la ciudad persa de Schiraz o en Siracusa (Sicilia), llevada hasta la zona norte del Ródano de la mano de los colonos focenses fundadores de la actual ciudad de Marsella. Parece ser que su origen verdadero está en el mismo Ródano, seleccionada a partir de vides silvestres, cultivada por la tribu gala allobroge con el nombre de vid Allobrógica, que producía vinos de gran calidad de sabor alquitranado.
Históricamente se la cultivaba en casi todo el valle del Ródano. En la actualidad se la encuentra en casi todos los países del mundo, sobre todo en aquellos que cuentan con zonas relativamente cálidas, destacando entre ellas Italia, Estados Unidos, Sudáfrica, Argentina, Chile, España, Nueva Zelanda, Australia, etc.
La planta es de brotación y maduración temprana, con racimos medios de forma cilíndrica y bayas pequeñas circulares o elípticas de color azul negro. Se trata de la variedad tinta mediterránea de mayor calidad, especialmente adaptada a zonas cálidas, siendo poco tolerante, tanto al exceso como a la falta de calor. Prefiere suelos poco profundos, rocosos y bien drenados, donde la Syrah produce mejores vinos. El límite de producción para obtener vinos de calidad es de unos 6 a 7000 kg/ha, que equivalen a 40 o 50 hl/ha. Se trata de una variedad muy rica en polifenoles, especialmente en antocianos, que produce unos vinos oscuros con unos sorprendentes aromas a flores: violeta y clavel, así como a frambuesa, mora, grosella, regaliz y ahumados, aunque en zonas más cálidas los sabores son más cremosos y de chocolate, estando dotados de una gran estructura y riqueza en taninos, que los hace especialmente adecuados para su envejecimiento.
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