Vuelven los platos de cuchara a nuestra mesa. Se les vuelve a otorgar el sitio que merecen porque son uno de los pilares de nuetra dieta y lamentablemente, estos últimos años, dejaron de consumirse por el cambio de hábitos o por su aporte calórico, olvidando sus grandes cualidades como fuente de energía y vitalidad.
Contienen proteínas, fibra dietética, hidratos de carbono y minerales, ácido fólico, manganeso, hierro, vitaminas B y D. Varios estudios relacionan el consumo regular de legumbres con una reducción de los riesgos cardiovasculares; si además lo maridamos con un buen vino, imagínate los beneficios.
Hay infinidad de recetas, no es necesario reducirlas a nuestros platos de invierno, sino que es apropiado consumirlas todo el año. Quién no disfruta de una buena fabada con un tinto con cuerpo y aromas intensos (Cueva de los Judíos Reserva); una ensalada tibia de garbanzos con un blanco semiseco que le aporte frescura (Arís); un potaje de Cuaresma con un tinto crianza (Señorío de Mariscal) o incluso porqué no, con la comida mexicana, donde las legumbres son un imprescindible, maridaría perfectamente con un vino tinto con muchos taninos donde se resaltaran los picantes propios (Vega Tajuña).
Disfruta de las legumbres, porque además de saludables, son supereconómicas para afrontar con buen pie la cuesta de Enero.
Add Comment