Ya hemos hablado de los diferentes aromas, pues ahora toca la práctica. ¿ Comenzamos la cata ?
* Sirve tu copa de vino a la cuarta parte de su capacidad aproximadamente.
* Agarra la copa por el tallo, con dulzura, para no calentar el vino y no ensuciar el cristal para la posterior fase visual.
* Sin agitar la copa introduce la nariz e inspira fuerte. Déjate seducir por los aromas primarios.
* Después agita de forma suave, pero firme. Estas percibiendo los aromas secundarios propios de la fermentación.
* Agita la copa una tercera vez y encuentra los aromas terciarios, mucho más complejos y profundos. La armonía definitiva de los aromas se alcanza con el tiempo. Sólo los vinos con clase son capaces de poseer un perfecto bouquet.
Aprender a oler un vino es clave. No todos tenemos la misma percepción de los aromas. Por eso la cata en grupo es divertida y enriquecedora. Tenemos un gran catálogo de aromas almacenado en nuestro cerebro y cada cual lo asocia a un recuerdo y a un vino en concreto.
El arte de la cata sólo tiene un secreto y no es otro que el de catar mucho y disfrutar de ello.
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