Hace un tiempo se publicaba una noticia en la que se hacía referencia al vino que hay que elegir en un restaurante y se aconsejaba elegir el más económico como la elección más inteligente. Hay que resaltar en esta afirmación que nos basamos en restaurantes que cuiden el producto y que hasta el vino más honrado en precio sea de calidad. Con esta premisa, la explicación más lógica que los expertos apuntan es que el sumiller siempre te va a aconsejar el vino con mayor stock en la bodega, quizá el más atrasado, el que opte por dar salida más rápida y si aparte de todo esto, es el más caro… mejor para ellos, pero quizá no para el cliente. Los sumilleres examinan tu comportamiento antes de sentarte a la mesa y los clientes, normalmente por miedo o por vergüenza, no suelen contradecir las recomendaciones de los sumilleres. Los verdaderos profesionales son los que saben vender vinos deliciosos, de lugares desconocidos y si encima son correctos en precio, es la combinación perfecta.
¿Estas de acuerdo?
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