Durante los preparativos de un almuerzo o cena, siempre ronda por nuestra mente, el número y tipo de copas a colocar en la mesa. Lo ideal sería una copa para los blancos, otra para los tintos jóvenes, una tercera para los tintos de calidad superior, la cuarta para los espumosos y una quinta para los generosos o dulces, pero en una reunión en casa, quién se prestaría a limpiar todas estas copas???. Yo particularmente, soy una apasionada de los protocolos, pero pondría ciertas reservas a la hora de llevarlo a cabo en reuniones informales. Se puede disfrutar del vino de una forma menos ostentosa.
Os aconsejo con una copa tipo burdeos para los blancos y tintos jóvenes, una tipo borgoña para los tintos de calidad y una copa aflautada para terminar con un buen espumoso. Además se pueden adquirir en cualquier gran superficie varios modelos a precios más que asequibles.
Las copas son el envoltorio que presenta y enriquece al vino en la mesa, ayuda a sentirlo y a degustarlo con placer.
Lo vas a probar?
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