Hay muchas leyendas o curiosidades sobre el origen del brindis. Una de ellas es la derivada de la mitología griega. Dionisio, dios del vino, invitó a los cinco sentidos a un banquete en el Olimpo. La vista gozó del color del vino, el olfato se extasió con su aroma, el tacto acarició con deleite su copa y el gusto disfrutó de la libación. El oido sufría porque no podía oir el vino. Para remediarlo Dionisio decretó que cuando alguien se reuniese a disfrutar del vino en común, se deberían chocar las copas para que el oido disfrutase de su tintineo.
Los brindis se asocian a los buenos deseos que proyectas hacia las personas que van a compartir contigo esa copa. Por eso SALUD es lo que siempre se escucha, es el motor de la vida. A Dionisio siempre se le pedía salud, ya que ésta dependía de la buena alimentación, y ésta a su vez de la buena cosecha en el campo y sobre todo en la vid.
En la antigua Roma, el Senado redactó un decreto por el que todos los romanos estaban obligados a beber vino a la salud de su emperador. ¿Qué opinarías si se decretara algo así por ley hoy en día?. Los bodegueros estaríamos encantados…
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