El clima de las regiones define la tipicidad de los caldos y las técnicas específicas para la producción de uva. Debido a esta dependencia, las consecuencias del cambio climático deben ser evaluadas tanto en lo referente a la calidad de la uva como al potencial productivo de la viña. Es una realidad que este cambio afectará al rendimiento económico y a la capacidad del sector para competir en el mercado mundial.
Dentro de 50 años, la temperatura media anual aumentará de forma considerable, habrá una disminución de las precipitaciones y un gran aumento de las olas de calor y de las sequías, por lo que los riegos serán totalmente inviables en España.
Si el aumento de las temperaturas es excesivo el periodo de crecimiento se acortará y esto tendrá su efecto negativo, ya que provocará una maduración excesiva y un aumento de los azúcares en su contenido.
La capacidad de adaptación dependerá de las acciones individuales de los productores para optimizar la relación entre el clima y la viña con estas circunstancias tan cambiantes. El viñedo tendrá que resistir a la intemperie todos los fenómenos o morirá.
Ante el cambio climático es necesaria una nueva cultura del vino.
Add Comment