La Navidad está a punto de llamar a nuestra puerta, pero el pistoletazo de salida lo tenemos en breve con el comienzo de comidas de empresa, de amigos, de famiilares…en fin, un no parar. Para ello es necesario elegir el vino. En las celebraciones familiares normalmente se suelen elegir tintos crianzas y reservas, ya que suelen ser comidas copiosas, contundentes y veladas largas. Si se trata de una cena con amigos se procura priorizar el disfrute, echarse unas risas y pasar un rato relajado. Normalmente serán comidas más ligeras por lo que un blanco, un rosado o un tinto joven suelen ser una opción ideal. Si estamos invitados a una cena de gala por nuestra empresa debemos elegir muy bien los vinos, ya que se trata de ocasiones de un cierto nivel. Aquí sí que debemos decantarnos por varias opciones, cada una que maride perfectamente con los platos que se servirán en el menú. Las pautas básicas son los blancos y rosados para la recepción y aperitivo, primeros platos crianzas y platos principales reservas. Es una ocasión única en la que no podemos fallar.
¿Cual celebración es la tuya?¿Y tu vino?
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