Según los fabricantes de cristal más relevantes, varias docenas. Pero en mi modesta opinión, os diré que basta sólo con un modelo, aunque tiene que ser adecuado. El hecho de que la copa efectivamente desempeña un papel decisivo en la percepción de los aromas no es un truco publicitario, sino una certeza científicamente probada y fácilmente comprobable por cualquiera de nosotros. Es necesario que la copa sea bastante grande, un poco más cerrada hacia su borde superior y con suficiente diámetro. La explicación más sencilla, las moléculas olorosas evolucionan en contacto con el aire, pero son volátiles se dispersan si no las atrapamos.
La elección de una copa inadecuada, puede suponer la muerte para cualquier vino. (George Riedel, fabricante de copas y pionero de los modelos para varietales).
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