El vino espumoso siempre se ha considerado el compañero fiel de las grandes celebraciones. Es impensable brindar sin él. Lo bueno, es que hoy, no se reserva únicamente para los brindis, sino que podemos tomarlo a cualquier hora del día, tanto sólo como parte importante de algún cóctel después del trabajo. En las comidas se degusta en aperitivos y postres, pero también maridando carnes, pesacados, mariscos, arroces, pasta…La riqueza de aromas de los diferentes espumosos blancos y rosados permite que exista una elección ideal para cada momento.
Así pues, un espumoso rosado, como Barón de Mon, nos ofrece frescura y exuberancia. Es un espumoso ligero y un tanto goloso, con un toque de color de frutas rojas.
El Dominicvm semi es suave, afrutado y fresco; muy agradable en boca. De color oro paja, ligero y refrescante; evoca a la fruta en todo su esplendor. El Dominicvm brut es vivo, brillante y equilibrado, con un toque inconfundible de fruta madura. Color amarillo pálido; toda una exquisitez para los paladares más exigentes.
Y por último, nuestra joya, Dominicvm Oro, la sutileza de sus toques dorados lo hacen singular, a la vez que mantiene su espíritu vivo y ligero. Los destellos de oro evocan toda su majestuosidad. Burbuja perfectamente integrada, color paja, aromas tostados y sabor intenso.
¿Cuál es tu espumoso?¿Aún no lo has encontrado?
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