Feliz festividad para todos los que vivimos del campo, agricultores, viticultores e ingenieros agrónomos y feliz día también, para todos los madrileños que celebran su festividad más castiza.
El aprecio por Isidro impulsa numerosas procesiones, actos litúrgicos, verbenas, pregones, conferencias, romerías y como no, degustaciones gastronómicas de toda índole (éstas que no falten).
Nuestro protagonista nació en 1082, fue un hombre de intensa fe que trabajó los campos de Madrid. Estuvo casado con la también santa, Santa Mª de la Cabeza, teniendo ambos un hijo que posteriormente también sería santo. Durante su vida se le pueden atribuir más de 400 milagros, todos relacionados con la lucha por la justicia y la igualdad para todos. Siempre se le ruega por las buenas cosechas, buena climatología y las buenas condiciones de mercado para los castigados productos agrícolas.
Hoy sus restos descansan y se veneran en Madrid, junto con los de su esposa, en la Colegiata de San Isidro, en el Panteón de los Santos Esposos, único templo de toda la cristiandad dedicado a la agricultura:
“ Esta sacra encierra
más cielo que tierra, y fue
de un labrador cuya fe
labraba cielo a su tierra.
Imitando a Eloy en celo,
sus plateros la labraron
para pedir que engastaron
De TODO MADRID AL CIELO”.
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