No hay mayor placer que un paseo por los viñedos al caer el sol. Y es que cuando septiembre llama a la puerta comienza el esplendor de la viña y “huele a uva haciéndose” como apuntan los antiguos.
Nada mejor para sentir el trabajo realizado por la primavera y el verano que adentrarnos y sentir de cerca los olores del campo, regalándonos un paseo por los diversos caminos que se trazan entre los viñedos y que rodean Mondéjar.
La conjunción de los distintos factores naturales otorgan a nuestro viñedo una personalidad propia a la hora de producir vino; diferencia que repercutirá más adelante en la elaboración cuidada de la Bodega obteniendo vinos únicos y exclusivos.
Mondéjar es tierra de viñas centenarias, de recias raíces que conviven con jóvenes vides que necesitarán el tiempo y el reposo de los años hasta alcanzar la plenitud que los caldos de esta tierra ofrecen. Las viñas están vivas y así lo demuestra la explosión de colorido y tonalidades que cubren las cepas y sus uvas.
Hay travesías simples donde la emoción consiste en pasear y conversar con la gente que conoce en profundidad los procesos de la naturaleza. Ser consciente de la historia que hay detrás de los sabores y al final tatuar en tu memoria las sensaciones vividas.
Resumen de privacidad
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Add Comment