Con las navidades tan próximas son muchos los que están comenzando a buscar recetas y vinos para idear sus menús. Los aficionados al mundo del vino encuentran en esta elección un trabajo muy placentero, pero los que no lo son tienen verdaderos problemas para hacer la selección.
Nuestra mejor sugerencia es que organices tres tiempos de servicio:
1. APERITIVO: los vinos elegidos deben tener la propiedad de refrescar y abrir el apetito antes de empezar a comer. Se recomiendan vinos frescos y ligeros. Los blancos y espumosos son perfectos, sin olvidar el vermouth porque es el rey del “momento aperitivo”.
2. PLATO PRINCIPAL: es cuando debemos servir los vinos elegidos para acompañar nuestro plato estrella. Si hay más de un plato hay que procurar armonizar cada uno con su vino tomando siempre como premisa ir de lo más ligero a lo más fuerte.
3. DIGESTIVO: a la inversa que el aperitivo. Los digestivos tienen un alto contenido en alcohol, lo cual ayuda en la digestión. Son ideales los destilados y licores dulces. Siempre se deben servir pequeñas cantidades, en copas pequeñas y fríos.
Las reuniones navideñas son uno de los eventos familiares más importantes del año por lo que la elección de los vinos debe tomarse con seriedad. Lo mejor es acudir a las tiendas especializadas o a las Bodegas, donde su personal podrá asesorarte correctamente.
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