La cesta de la compra sube el precio cuando comemos de manera sana, ya que la alimentación saludable conlleva consumir más productos frescos.
La comida basura es cómoda, fácil y rápida, pero sobre todo más barata. Estos beneficios no son tales cuando nuestra salud está en juego. Comer bien supone un esfuerzo tanto para nuestra propia voluntad como para nuestra cartera.
Para abaratar y conseguir los objetivos saludables hay que volver a cocinar, que es algo que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Si inviertes un poquito de tiempo en acudir al mercado, seleccionar los alimentos y cocinarlos en casa descubrirás que además de mejorar la salud física beneficiará tu salud mental. Hay que volver a la dieta de nuestras madres y abuelas y por supuesto, no dejar de acompañar tus menús igual que ellas, con tu copita de vino. ¡Placer en estado puro!.
Add Comment