QUE NO NOS CAMBIE LA CULTURA Y LA MEMORIA

QUE NO NOS CAMBIE LA CULTURA Y LA MEMORIA

El vino y su cultura modestamente han formado parte de mi vida, como la de muchísima gente en España y cuando hablamos de la repercusión que tiene y puede tener en un futuro el cambio climático en este sector, debemos ver que también afectará a nuestra memoria, futuro y calidad de vida.

El actual proceso de cambio climático tiene dos aspectos que le diferencian, y mucho, de cualquier otro proceso que haya existido en el planeta: sus apreciables características en un corto plazo de tiempo (virulencia, intensidad, avance rápido en el tiempo) y, la otra muy importante, su origen causado por la actividad humana.

Un factor importante es la intensidad. Si los cambios se producen de una manera lenta y pausada, muchas especies animales y vegetales tienen la capacidad de adaptación para vivir en un nuevo escenario. Si los cambios son tan bruscos, numerosos y virulentos la capacidad de adaptación se puede convertir en nula en muchos casos. Nunca una misma generación ha vivido cambios tan bruscos en su vida. La misma persona que recuerda bañarse en el río en su niñez, hoy comprueba que apenas tiene agua o incluso no existe. El mismo niño que jugaba con la nieve en Madrid puede ver que sus hijos nunca podrán hacerlo.

Certeza científica, evidencia comprobable y gran cambio a todos los niveles para cualquier entorno, las personas, la economía, la cultura…

Las previsiones para el vino en nuestro país no son muy halagüeñas. Entre los cambios directamente relacionados con el calentamiento y la sequía está el aumento de la graduación alcohólica de los vinos, ya que la uva genera más azúcar y esto provoca que produzca más alcohol cuando fermenta. Otro desajuste es el del adelanto de la vendimia en torno a 15 a 20 días. Deberemos añadir la reducción de los niveles de agua en calidad y cantidad y los efectos directos sobre los cultivos que tiene el calor.

La flora autóctona está sufriendo, la variación de las condiciones atmosféricas y la gradual subida de las temperaturas está provocando alteraciones en los viñedos que afectan ya, a la producción de vino. Al fin y al cabo cómo afecte el cambio climático al sector también afectará a la cultura y a los recuerdos. Por eso, además, es tan importante entender, ser responsables y coherentes, en nuestra mano está nuestro futuro.

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