Finalizando la poda.

Finalizando la poda.

Cuando llegan los primeros fríos, siempre surge la duda en el viticultor de cuál será el mejor momento para la poda de la vid. Está claro, que debe hacerse durante la parada vegetativa de la planta, ya que si la poda se realiza antes de que la vid entre en reposo, las hojas no han enviado todas sus reservas a las partes leñosas, y esto produce un debilitamiento de la planta. Por el contrario, si la poda se realiza una vez que la vid ha comenzado su brotación, con el corte se eliminan gran parte de las reservas ya movilizadas por la planta, lo que retrasa la nueva brotación y la debilita.

El momento de la poda no tiene influencia en el desarrollo productivo de la planta en el año agrícola, ya que el inicio de la cosecha depende de las condiciones del año anterior al que se realiza la poda.

Puntos muy importantes a tener en cuenta son:

  • Conviene evitar días de niebla, lluvia o alta humedad relativa en el aire, ya que la mayoría de las enfermedades de la madera, se transmiten por las heridas de la poda.
  • Dejar las vaguadas y zonas más hondas, que suelen ser las más frías, para el final del invierno, de esta forma se consigue retrasar la brotación y evitar las heladas.
  • Es importante podar los viñedos de menos de 3 años, lo más tarde posible. Estos son los más sensibles a las heladas.
  • Normalmente, se empieza a podar por las variedades de maduración más tardía para retrasar la brotación de las variedades más tempranas y adelantar la de las variedades más tardías.

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