Las opciones son infinitas, pero si dudas entre un champán francés o un espumoso español te diremos que ambos guardan numerosas similitudes, pero también diferencias fundamentales. La razón de ser del espumoso español no es sólo distinguirse del francés, aunque en cada país se dan unas circunstancias socio-culturales y climáticas que definen cada bebida.
Ambos se basan en el método de elaboración desarrollado por el abad francés Dom Pierre Perignon durante el s.XVII, pero no son el mismo producto. En consecuencia cuando se compara conviene tener en cuenta sus disimilitudes y cómo éstas influyen en la calidad y el precio de los respectivos productos.
Por lo general los champanes franceses tienen un precio de partida bastante superior al de los españoles, pero el mismo se puede explicar por la percepción del lujo a la que se ven sometidos y el rango de consumidores al que van dirigidos, aunque también intervienen las exigencias de la parte final de su elaboración muy superiores a las nuestras.
Las principales diferencias:
- VARIEDADES DE UVA: en Francia son utilizadas la Chardonnay, Pinot Noir, Pinot Meunier. En España Xarello, Macabeo, Parellada, Malvasía, Chardonnay, Pinot Noir, Monastrel…
- CLIMATOLOGÍA: La región de la Champaña-Ardenas es muy fría y lluviosa, con primaveras tardías y veranos muy cortos. Por lo tanto las uvas utilizadas disponen de poco tiempo para la maduración.
En nuestro caso, el clima mediterráneo favorece la maduración generosa danto lugar a vinos más secos y redondos donde la acidez no enmascara el sabor afrutado.
- SUELO: En Francia los suelos son ácidos y pobres en sustrato, al contrario que en España donde los suelos mediterráneos son calcáreos y arcillosos. Esta condición define el desarrollo de la uva que crece generosa y rica en azúcares, pues no precisa excesiva pluviometría para acumular agua y nutrientes.
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